Urbanismo en Haití

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¡Hacen falta ideas!

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Hoy Haití necesita de la atención y el aporte de todos, y hasta la idea más sencilla vale y puede transformar la realidad. Difundir esta convocatoria por todos los medios y redes posibles ya es un buen comienzo. 

Es evidente que hay hechos que exigen la más pronta atención, una vez cumplida la tarea de salvamento de las vidas cubiertas por los escombros: los problemas sanitarios, entre ellos la sepultura de los muertos y el control de infecciones; el alojamiento temporal de los sobrevivientes, la atención de sus heridas y  su alimentación; la niñez huérfana y desvalida, considerando su presente y su futuro, con dignidad y seguridad; la coordinación de las acciones del gobierno haitiano, entidades extranjeras gubernamentales y privadas, y organismos internacionales e intergubernamentales.

Pese todo ello, tomando en cuenta el largo plazo que demandará la recuperación de Haití, es de la mayor urgencia, también, asumir desde ahora que el futuro de su población tendrá, como componente de la mayor relevancia, el proceso de la configuración y gestión de su hábitat urbano, en condiciones que den seguridad y bienestar, en términos de vivienda, trabajo, vialidad y equipamiento.

No se trata de ninguna quimera; es un asunto concreto y real, que demanda la participación de todos, con alguna formación profesional más o menos ligada al tema, y de todas las personas de buena voluntad que puedan aportar con ideas. Se debe evitar que se ignore el asunto o que se postergue su consideración; o que, tomándoselo en cuenta, se obre con precipitación, improvisando soluciones parciales.

La historia de las ciudades enseña que cualquier creación en ellas, grande o pequeña, tiene una duración prolongada; la ‘persistencia de las formas urbanas’ está presente en todas las culturas y sus realizaciones. Y es así aunque se trate de soluciones deficientes, por su parcialidad, calidad o pretendida utilidad temporal, que pueden estar concebidas con las mejores intenciones, pero que a la larga conllevan muchos riesgos.

El Urbanismo es, mucho más que una actividad profesional, una forma de pensar y de actuar: considera que los asentamientos urbanos son, por esencia, la más compleja creación humana y la más representativa de cada cultura. Así, es la humanidad la que hace las ciudades; precisamente, en tiempos muy recientes, son pocas ciudades las creadas con diseños de ‘urbanistas’, éstos tienen una formación y nombre que apenas se remontan a un siglo.

Eso sí, los urbanistas, provenientes de diversas profesiones y especialmente de la arquitectura, geografía y de algunas ingenierías, están capacitados para participar en equipos multidisciplinarios; los arquitectos urbanistas, con mayor vocación y formación para el diseño, nada más. Se expone lo anterior a raíz de un comentario que, al referirse a la convocatoria, expresa que ésta serviría para “…conocer mejor a una disciplina a veces un tanto olvidada como el Urbanismo.” Más que ’olvidada’ podría decirse ‘ignorada’.

Con ese contexto, extenso pero necesario en vista de las circunstancias, se reitera la consulta sobre qué se debe considerar y qué se debe hacer. No hay lugar a exclusividades ni genialidades; en el actual momento tanto valen las ideas que se pueda reunir e integrar, como los recursos económicos que se están movilizando para la ayuda a un país sumido en una terrible desgracia. Todos podemos aportar, por lo menos con ideas; con la acumulación de granos de arena se hacen las montañas…

No debemos esperar que haya financiamiento para hacer realidad grandes emprendimientos, con el burocrático rol de corporaciones y organizaciones de diverso origen, con ‘expertos’ a la caza de lucimiento y lucro, con soluciones que por preferir lo perfecto planteen utopías irrealizables. ¡Basta de condolencias vacuas! Es preferible la polémica creativa, con ideas, por más sencillas y aparentemente irrelevantes que éstas parezcan ser, incluso sin la garantía de que sean tomadas en cuenta por quienes vayan, a la corta o la larga, a hacerse cargo de la recuperación urbanística de Haití.

Yendo al grano, un urbanista podría preguntar, sobre lo general, qué se cree sobre el futuro de Puerto Príncipe: ¿sería mejor erradicarla, para crear una nueva ciudad en otro sitio? ¿Se trataría de crear un sistema de pequeñas ciudades, para integrar un conjunto metropolitano? ¿O, cabría la posibilidad de una solución intermedia, mejorando y rehabilitando las áreas que sufrieron poco o ningún daño?

En lo particular, se necesita el punto de vista de los entendidos en vivienda y en soluciones habitacionales, entendiéndose que no son los arquitectos expertos en vivienda los únicos que pueden opinar; éstos bien saben que es indispensable la opinión de los geólogos, ingenieros calculistas y constructores, ingenieros en servicios básicos, expertos ambientalistas y climatólogos, antropólogos sociales y sociólogos,  economistas generales y especialistas en economía urbana, médicos salubristas, trabajadores sociales, comunicadores y, muy especialmente, de los propios habitantes, según su particular visión de la vivienda.

En lo arquitectónico y constructivo: ¿cómo, con qué diseño, materiales y soluciones estructurales, costo y financiamiento, es factible crear viviendas acordes con la economía y forma de vida de los haitianos? ¿Cómo se puede aprovechar la dirección de los vientos dominantes, para ventilar las habitaciones? ¿Qué recursos materiales y de diseño, arquitectónico y urbanístico, se puede emplear para paliar los efectos de la insolación y de eventuales problemas pluviales?

¿Y, qué de la economía urbana sustentable? Por más de que la solidaridad internacional, pública y privada, esté acopiando recursos económicos para el salvataje y las situaciones que merecen urgente atención, y que otra parte está dispuesta para el largo plazo de la recuperación, esos fondos tienen límites. El pueblo haitiano y su gobierno deben contar con instrumentos que faciliten la permanencia y el progreso. La conquista de éste tiene mucho que ver con el Urbanismo.

O sea, aparte de las ideas que ahora se demanda, es importante que se promueva la creación de alguna forma de centros de documentación, donde se pueda acumular la información necesaria para cuando, en su momento, se inicien actividades organizadas de estudio, diagnóstico, proposición de objetivos y de metas, proyectos integrales y parciales, tanto de diseño urbanístico y arquitectónico, como de su implementación y gestión. Y de lo relacionado con cartografía, geología, climatología, uso y propiedad del suelo, demografía, salud, educación, entre otras áreas.

Finalmente, por ahora, lo más importante en este momento, tanto en cuanto a ideas como por el soporte que requiere esta convocatoria, es el rol que pueden cumplir las personas entendidas en la comunicación social, para conseguir una mayor difusión, que incluso llegue a motivar a los indiferentes. La de Haití es una situación complicada, pero dar ideas, si hay voluntad, puede ser muy simple; como se prefiera, en forma anónima o poniendo nombres. No debe dar vergüenza pensar y exponer opiniones… Hasta la idea más sencilla vale y puede llegar a transformar la realidad.

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Ver Algo de información

La diversidad de posibilidades para la recuperación urbanística de Haití, sobre los criterios esenciales para encarar las consecuencias del desastre (como se puede ver en Algo de información), se puede demostrar con ocho modelos básicos, que propone la siguiente encuesta abierta, para ilustrar sobre las posibles posiciones entre las que el gobierno haitiano podría elegir, considerando que el resultado de la encuesta es meramente indicativo de la opinión de un limitado número de personas.

Written by exapenta

enero 28, 2010 a 20:09

8 respuestas

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  1. Mis felicitaciones por esta convocatoria. No podemos quedarnos indiferentes ante la tragedia de Haití y menos pensar que con la ayuda recibida en estos
    días de fuertes campañas solidarias basta. Tampoco nuestra buena voluntad puede quedarse en palabras mientras las imágenes de lo que ocurre allá nos llegan por todos los medios. ¿Y cuando pase la emergencia? ¿Nos volveremos a olvidar todos de Haití? Si hoy la situación es crítica, con escasez de alimentos y (poco a poco) hasta de medicamentos, el pronóstico a futuro no es mejor. El pueblo haitiano necesita de apoyo por muchos años más, y seguro que cada uno de nosotros puede hacer algo desde ahora y desde donde esté. Como comunicadora, por ahora comprometo mi apoyo en la difusión de esta causa, y más adelante, con lo que se pueda necesitar, en cuanto a organización de documentación, contacto de actores relevantes, etc. ¡Haití no puede esperar!

    Ma. José

    enero 29, 2010 at 16:14

  2. Lo mejor es repartir esa poblaciòn urbana en las diferentes ciudades de America y dejar la isla como una reserva biologica con un observatorio de investigacion biologica, y las diferentes ciudades reconvertirlas a atractivos turisticos con estructura de viviendas de madera apropiadas para los terremotos y una poblacion rural que continue aportando a la economia de la isla.
    Somos parte del problema y debemos convertirnos en parte de la solucion y recibir en los lugares con poca densidad poblacional a los haitianos para que se integren a nuestra sociedad.

    Hugo Unzaga

    febrero 8, 2010 at 13:06

    • ¡Brillante idea! Aunque aparentemente audaz, debería motivar una discusión constructiva.
      Tiene relación con lo que se propone hacer el Comité Permanente de Acción Humanitaria de la Comunidad Valenciana: construir una pequeña ciudad y, «en coordinación con la comunidad internacional… así como con la Agencia Española de Cooperación Internacional», hacer lo mismo en otras partes de Haití, con la diferencia de que esos asentamientos podrían darse en otros países. Quizá ambas ideas podrían ser complementarias.
      Por otra parte, en estos días se reunirá la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, y qué bien sería que se consideren ideas como esas, para soluciones de auténtica hermandad y solidaridad.

      urbtecto

      febrero 8, 2010 at 15:23

      • Completando el traslado masivo. Los países deberían acoger a la población y becar a los jóvenes y especializar a las personas mayores. Con esta población se podría volver a la isla y reconstruirla. Todos los paises deberían apoyar y más aún los países de mayor desarrollo.
        Así, se podría seguir reconstruyendo paulatinamente. Recordemos que por el huracan Katrina que destruyó New Orleans, alguna poblacion no volvió, y la que volvió o se quedó, tiene un diferente tipo de vida.
        Cuanto mas rapida sea la acción de cooperación, más rapida será la ayuda a los millones de damnificados. Y mejor si existen nuevas propuestas que apoyar, pues el daño por los desastres continúa martirizando a los amigos de Haití.

        Hugo Unzaga

        febrero 24, 2010 at 17:34

  3. Mi propuesta, por mi experiencia en este tipo de situaciones, es la de construir en la misma isla pero en otra zona, ya que el costo de reconstruir es el doble o mas. Sobre el problema de la cimentacion hay que, si son multifamiliares, sentar las zapatas sobre gruesas capas de arena compactadas, a la profundidad indicada y las vigas de cimentacion amarradas para, de esta manera, dar estabilidad y algo de movimiento si los hay, pero no roturas ni destruccion del edificio.
    En las viviendas individuales lo mismo, segun la escala, el refuerzo en la estructura es clave en estos casos, con vigas en v en las columnas tanto superior cubierta, como inferior cimentacion. Cualquier otra inquietud, estoy a la espera de una informacion para poder participar en esta interesante causa. Cordialmente, DRM

    DARIO A.RUBIO MYDOR

    julio 9, 2010 at 18:59

  4. 1. En cuanto a la siembra de árboles, el Ochroma pyramidate –BALSA- es de rápido crecimiento y no necesita riego en verano porque la hoja conserva mucha humedad y proporciona sombra y humedad a las especies cercanas.

    2. Estados Unidos tiene gran cantidad de contenedores en desuso que se podrían utilizar para proveer de vivienda a los haitianos, estos son una alternativa fácil de acondicionar para viviendas, por su estructura no permite que ingresen roedores, son fáciles de transportar, incluso el techo de madera de balsa es un aislante de calor.

    EUGENIO GORDIENKO ORLICH

    octubre 27, 2010 at 15:43

  5. martin tremaria, Estudiante de Economia, Contaduria,
    Arquitectura, contralor social.

    Que las personas que no sufrieron daños y los que si,
    se unan y construyan nuevos conjuntos estructurados
    de ciudad con el trabajo, Estado – ciudadano,
    haiti es parte de america y por ello todos somos haiti, viva haiti, martin tremaria,caracas-venezuela.

    martin tremaria

    May 23, 2011 at 17:57


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